domingo, 12 de septiembre de 2010

El Kybalión

Tomando como antecedente los comentarios que se han hecho en relación con el conocimiento, entramos ahora al análisis de un libro que fue escrito en la época de los egipcios, mucho antes del nacimiento de Jesucristo y más aún del nacimiento del método científico.

El tipo de conocimiento que maneja es libro es conocimiento filosófico ya que a diferencia del método científico, trata de encontrar la verdad y no la validez de sus afirmaciones. Pertenece al conocimiento metafísico ya que trata de llegar a las explicaciones de aquello que se encuentra más allá de los fenómenos físicos, además, es esotérico porque es un conocimiento hermético, oculto, que no está abierto para todos, pero no en el sentido físico, sino en el sentido de que este conocimiento podrá llegar sólo a aquellos que estén preparados para recibirlo.

El Kybalión es un libro cuyo texto podemos clasificar como de conocimiento vulgar; es decir, conocimiento que es aceptado generalmente y que se transmite de generación en generación. Es un libro que trata de encontrar o de estudiar la verdad.

Básicamente el libro contiene siete postulados o axiomas con pretensión de validez universal, los cuales son los siguientes:


  1. El principio del mentalismo. Todo es mente. Tratar de explicar este principio es muy complejo, pero podemos resumir estableciendo que “todo”; es decir, “la realidad”, es producto de la percepción de nuestra mente. Es nuestra mente la que ordena el Todo con el fin de que podamos tener una percepción de la realidad.

  2. El principio de reciprocidad. Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba. Si nosotros somos hechos a semejanza del “Todo”, entonces, conociéndonos a nosotros, podemos conocer el “Todo”, si estudiamos lo que vemos, podemos entender lo que no vemos. Todas las cosas en el universo tienen un patrón de regularidad.

  3. El principio de vibración. Nada está inmóvil, todo se está moviendo, todo vibra. Todo lo que nos rodea, toda “la realidad” se encuentra en movimiento aun cuando nuestros sentidos no lo perciban. Sin embargo, “Todo” se mueve en distinta frecuencia y es captado de manera distinta por nuestros sentidos. Este principio es el fundamento de la llamada “Ley de la atracción”.

  4. El principio de polaridad. Todo es dual; todo tiene dos polos. Todo lo que existe tiene la misma naturaleza, pero en grado distinto. Este grado permite la existencia de los polos.

  5. El principio de ritmo. Todo fluye y refluye; Todo avanza y retrocede. Se conoce como “El péndulo”, con la intensidad con que las cosas fluyan hacia un lado, van a fluir hacia el otro, el ritmo es la compensación. Este principio sirve para poder ver las cosas que pasan sin clasificarlas como buenas o malas; sino que se deben ver como el ciclo inevitable del “Todo”.

  6. El principio de causa y efecto. Todo efecto tiene su causa y toda causa tiene un efecto. Nada es casual todo es causal. A toda acción corresponde una reacción.

  7. El principio de concepción. Todo tiene su lado masculino y su lado femenino. Aún cuando parezcan algo distinto, estos dos lados son una misma cosa y ambos contienen en sí el principio creador. 

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