Una vez definido el conocimiento como el proceso de formar una imagen o representación mental de un objeto, así como el resultado final de dicho proceso, debemos analizar las operaciones mentales básicas que nos sirven para construir el conocimiento.
Básicamente existen tres operaciones de la mente que nos apoyan en el proceso de constricción del conocimiento: el concepto, el juicio o proposición y el razonamiento.
EL CONCEPTO.
El concepto se puede definir de manera sencilla como la operación mental que consiste en la descripción de las características de un objeto, en la descripción de las notas características del objeto.
El concepto es una representación mental que se expresa a través de la definición
Dos elementos esenciales que nos permiten determinar un concepto son la comprensión y la extensión.
Por comprensión entendemos el conjunto de características suficientes para poder distinguir un objeto de otros objetos.
La extensión nos sirve para determinar cuántos objetos caben en la definición del objeto.
Existen varios métodos para poder construir un concepto, uno de ellos es el método aristotélico, el cual consiste en establecer del objeto mental que queremos definir, cual es su género próximo y su diferencia específica.
EL JUICIO O PROPOSICIÓN.
El juicio o proposición es una oración o enunciado afirmativo. El juicio o proposición se presenta cuando decimos algo de alguna cosa. Para poder formar un enunciado nos valemos de conceptos.
El juicio o proposición es una representación mental que se expresa en un enunciado afirmativo
EL RAZONAMIENTO
el razonamiento es la tercera de las operaciones mentales básicas que consiste en el encadenamiento o concatenación de dos juicios o proposiciones que sirven de base o dan sustento a un tercer juicio o proposición.
La operación mental del razonamiento se expresa a través del silogismo
El silogismo se construye de una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión, siendo las premisas dos enunciados, los cuales concatenados entre sí dan como resultado una conclusión. Para poder construir un silogismo nos valemos de enunciados.
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